La fisioterapia respiratoria, es una gran aliada de la terapia cognitivo-conductual para gestionar la ansiedad y el estrés.
Aunque la fisioterapia respiratoria (FTR) existe desde hace varias décadas, es aún una gran desconocida en España. En otros países, como por ejemplo Francia, es una especialidad más dentro de la práctica clínica cotidiana, incluida además en el sistema público sanitario.
La fisioterapia respiratoria es una rama de la fisioterapia que consiste en la realización de actos terapéuticos aplicados de forma manual o instrumental, con la finalidad de prevenir, tratar y/o estabilizar disfunciones o alteraciones respiratorias.
Los objetivos principales están orientados a mejorar:
- la ventilación pulmonar
- el intercambio de gases
- la función de la musculatura respiratoria
- la disnea
- la tolerancia al ejercicio
- la calidad de vida relacionada con la salud
La ansiedad es una respuesta de anticipación involuntaria del organismo frente a estímulos o situaciones que se perciben como amenazantes y/o peligrosos, se acompaña de un sentimiento desagradable o de síntomas somáticos de tensión.
La disnea es uno de los síntomas más característicos que se manifiesta durante las crisis de ansiedad. Es una dificultad respiratoria que se suele traducir en una sensación de falta de aire.
Otros síntomas frecuentes son: el mareo, la tensión muscular, las parestesias, las palpitaciones, las náuseas, las cefaleas, etc.
¿Cómo puede ayudar la fisioterapia respiratoria?
La combinación del tratamiento psicológico y la fisioterapia respiratoria pueden ayudar a disminuir los síntomas de la ansiedad y del estrés, mejorando la frecuencia de la aparición de las crisis y/o su gestión.
En la evaluación de fisioterapia se valoran diferentes aspectos con el propósito de constatar las deficiencias y así obtener el diagnóstico funcional de fisioterapia. Partiendo de esta evaluación se diseña el tratamiento más adecuado a cada persona.
A menudo, durante la exploración se observa la falta de un buen patrón respiratorio normalmente como consecuencia de algún tipo de deficiencia:
- deformidades torácicas
- problemas musculares
- falta de permeabilidad de las vías aéreas superiores
- presencia de secreciones en el árbol bronquial
- algún tipo de dolor, etc.
Cuando una persona tiene ansiedad o sufre de estrés, son muy frecuentes los problemas musculares. Las tensiones, además, pueden dificultar la correcta mecánica ventilatoria. El objetivo del fisioterapeuta respiratorio, en este caso, es reeducar la respiración para mejorar la eficacia respiratoria, utilizando técnicas terapéuticas (analíticas y globales).
La falta de un buen esquema ventilatorio empieza, con frecuencia, por el correcto uso de la nariz.
La nariz sirve para filtrar, calentar y humidificar el aire, entre otras funciones más. Es muy común ver personas que inspiran por la boca. Esto puede comportar la aparición de infecciones en las vías aéreas altas y posibles complicaciones pulmonares.
En la práctica clínica diaria nos encontramos con personas que respiran de forma predominantemente torácica, superficial y realizando inspiraciones que aportan bajos volúmenes de aire. En estos casos el diafragma no trabaja eficazmente, pudiendo existir contracturas y zonas de tensión que limitan su movimiento.
Mantén en forma el diafragma
El diafragma es el músculo de la inspiración por excelencia y es el único que debería trabajar en dicha fase cuando la persona se encuentra en reposo.
En momentos de ansiedad y estrés, la musculatura accesoria (los escalenos, el trapecio, el esternocleidomastoideo, etc.) trabaja cuando no debiera de hacerlo. Esta situación genera un acortamiento de dicha musculatura por una solicitación excesiva, provocando mucha fatiga muscular. Se llega a mecanizar un mal esquema respiratorio, entrando en una dinámica de círculo vicioso: respiración superficial, torácica, bajo volumen, aumento de frecuencia respiratoria y vuelta al inicio.
La actividad física puede mejorar la tonicidad y la elasticidad de los músculos. Se debería mantener en buen estado el diafragma potenciándolo o estirándolo, además de relajar la musculatura accesoria, hecho que debería efectuarse regularmente.
Existen varias técnicas y procedimientos para liberar las tensiones musculares del diafragma y diversos ejercicios para potenciar su contracción.
La finalidad es aumentar su recorrido en la fase de contracción, favoreciendo el aumento del diámetro vertical de la caja torácica para optimizar la ventilación pulmonar.
La importancia del transverso y los oblicuos
El transverso y los oblicuos, músculos abdominales, juegan, junto con el diafragma, un papel muy importante en la respiración. Con su activación se comprimen las vísceras y se facilita la salida del aire, aumentando el volumen espiratorio y ayudando al recorrido de vuelta del diafragma en su fase de relajación.
Generalmente se piensa en tonificar el recto abdominal (la famosa “tableta de chocolate”), pero pocas personas se centran en tonificar el transverso. Este músculo, a parte de su función espiratoria , es el que debería actuar como la verdadera faja abdominal, ayudando a estabilizar la columna vertebral.
"Una buena postura se traduce en una mejor respiración"
Será importante fijarnos en el resto de la musculatura de la espalda en general, la cual puede presentar igualmente tensiones que interfieren en la mecánica respiratoria además de la postura.
La descontracción y relajación de las tensiones es fundamental para el control de la gestión de las crisis de ansiedad y la mejora, por tanto, de la disnea.
La ansiedad y las situaciones que se viven con estrés pueden generar disfunciones. Si reducimos la tensión muscular se favorece la relajación de los músculos y se disminuyen progresivamente las crisis. De esta forma se interrumpe la cadena “más tensión, más ansiedad, más disnea, más tensión y, de nuevo, más ansiedad”.
El control de la respiración favorece la relajación
Además de las técnicas de fisioterapia, actualmente se empieza a utilizar el método de la coherencia cardíaca que fomenta la relajación.
Su finalidad es reducir el estrés y la ansiedad. La respiración tiene una influencia directa sobre el sistema nervioso autónomo o neurovegetativo (simpático-parasimpático), que controla la función involuntaria de los órganos de nuestro cuerpo. La inspiración estimula la rama simpática mientras que la espiración actúa sobre la rama parasimpática.
Controlando la respiración podemos equilibrar el sistema nervioso, mejorando así nuestra manera de reaccionar frente al estrés y la ansiedad. En definitiva, permite al organismo mantener un equilibrio cardio-respiratorio y cerebral.
En este vídeo te explica Anna Ferran Roig, especialista en fisioterapia respiratoria, cómo respirar diafragmáticamente.
La ansiedad afecta a un gran porcentaje de la población mundial. Un estudio reciente en España nos informa que, en este último año, 9 de cada 10 españoles han padecido algún episodio de ansiedad y 4 de cada 10 la presentan de forma continuada.
Muchas personas que padecen ansiedad pueden presentar también patología respiratoria, ya sea de forma aguda y/o crónica. En este grupo de personas la fisioterapia respiratoria jugaría un papel aún más determinante, ya que la disnea aparece normalmente con más frecuencia y de forma más severa.
La disnea, en estos casos, puede presentarse por ansiedad o bien por la propia patología respiratoria. De este modo, será muy importante realizar un tratamiento individualizado para intervenir e intentar estabilizar la enfermedad.
La fisioterapia respiratoria puede ser un buen complemento en las terapias psicológicas para ayudar a mejorar la ansiedad.
Autora: Tania Mata
Especialista en Fisioterapia Respiratoria
Colegiada número 7850
Col·legi de Fisioterapeutes de Catalunya